DE LO ESPIRITUAL EN EL ARTE

WASSILY KANDINSKY ( Su biografía aquí )

(Moscú, Rusia, 1866 - Neuilly-sur-Seine, 1944) Pintor de origen ruso, nacionalizado alemán y posteriormente francés; precursor de la abstracción en pintura y teórico del arte, con él se considera que comienza la abstracción lírica. Kandinsky compaginó sus estudios de derecho y economía con clases de dibujo y pintura.


La obra de arte y el artista

La verdadera obra de arte nace misteriosamente del artista por vía mística. Separada de él, adquiere vida propia, se convierte en una per­sonalidad, un “sujeto”independiente que respira individualmente y que tiene una vida material real. No es pues un fenómeno indiferente y ca­sual que permanece indiferente en el mundo espiritual, sino que posee, como todo ente, fuerzas activas y creativas. La obra de arte vive y actúa, colabora en la creación de la atmósfera espiritual. Desde este punto de vista interior, únicamente puede discutirse si la obra es buena o mala. Cuando su forma es «mala» o demasiado débil, es que la forma es mala o débil para producir vibraciones anímicas puras. Por otro lado, un cuadro no es “bueno” porque sea exacto en sus valores o porque esté casi científicamente dividido en frío y calor, “sino porque tiene una vida interior total.

UNA EXPLICACIÓN SOBRE LA BELLEZA

Kitarô Nishida
Fundador de la Escuela de Kyoto, Nishida (1870 - 1945) fue un gran filósofo japonés que vivió en la encrucijada: entre Oriente y Occidente, entre la filosofía y la religión, entre el budismo zen y el cristianismo.


¿Qué es la belleza? Contemplada desde la emotividad, percibir la belleza no es sino una clase de placer. Así lo han destacado los psicólogos británicos, sobre todo desde que Edmund Burke escribió su Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y lo bello (1735). La belleza sería algo que nos produce sensación de placer, y el sentido de la belleza se identificaría con un placer egoísta. Hasta cierto punto, algo hay de verdad en esta explicación, pero no resulta apropiada como definición de la belleza. Cier­to que percibir la belleza produce placer. Pero no siempre es verdad lo contrario. Nadie pondrá en duda que, por mucho placer que proporcionen la fama, la riqueza o el comer y be­ber, no los consideramos, en absoluto, placeres estéticos.

PRINCIPIOS Y MÉTODOS DEL ARTE SAGRADO

TITUS BURCKHARDT (Su biografía aquí )
Ibrahim 'Izz ul-Dân después de su conversión al Islam, (1908-1984). Dedicó toda su vida al estudio y la exposición de los diferentes aspectos de la sabiduría y la tradición. En términos literarios y filosóficos, era un eminente miembro de la "la escuela tradicionalista"del siglo XX. Fue un frecuente colaborador de la revista Estudios en Religión Comparativa junto con otros miembros prominentes de la escuela.

Los historiadores del arte que aplican la denomina­ción de “arte sagrado” a cualquier obra artística de carác­ter religioso olvidan que el arte es esencialmente “forma”:para que un arte sea llamado sagrado, no sólo sus temas deben derivar de una verdad espiritual, también su lenguaje formal debe expresar el mismo origen. Ese no es el caso del arte religioso del Renacimiento o del Barroco que no se distinguen en nada, desde el punto de vista estilístico, del arte profundamente profano de esa época. Ni los temas que ese arte toma —de manera superficial y literaria— de la religión, ni los sentimientos devotos de los cuales se impregna cuando es necesario, ni la nobleza de alma que allí se manifiesta a veces, son suficientes para conferirle un carácter sagrado. Sólo un arte en el cual las formas mismas reflejan la visión espiritual propia de una religión merece ese nombre.